Escoger un filtro adaptado a las necesidades de tu aire comprimido es esencial para garantizar la máxima calidad y la mayor conservación de los alimentos. Pero no solo por cuestiones de higiene; sino también para garantizar la mayor eficiencia y durabilidad de los compresores del aire.
Por qué es importante instalar un filtro en tu compresor de aire
Como hemos dicho antes, el aire comprimido necesita cumplir unas normas de calidad para garantizar higiene y eficiencia. Estas normas las establece la Organización Internacional de la Estandarización (International Organization for Standardization o más comúnmente conocida como ISO). En nuestro caso, esta organización establecerá la calidad que debe de tener el aire comprimido según su finalidad. Para analizar esto, se tiene en cuenta el tamaño y la cantidad de partículas por m³ como veremos a continuación.
Dependiendo del área de aplicación del aire comprimido, hay diferentes sustancias que pueden perjudicar el producto; dañando así el resultado final y disminuyendo la eficiencia del proceso. La función del filtrado es evitar que eso se produzca; garantizando así resultados óptimos y mayor durabilidad de la máquina.
Escoge el filtro adecuado
Para escoger el filtro adecuado debemos, por un lado, conocer cuáles son los tipos de contaminantes, las partículas del aire que pueden dañar nuestro producto y, por otro, saber diferenciar entre los diferentes tipos de pureza que existen dependiendo de la aplicación final del aire comprimido.
Tipos de contaminantes
Existen diferentes tipos de contaminantes:
Partículas de agua en el aire comprimido
Puede encontrarse en forma de vapor de agua, agua líquida condensada, aerosoles de agua... Y aunque esta pueda considerarse inofensiva, puede acortar la vida útil de la maquinaria, disminuir su rendimiento o producir altos costes de mantenimiento.
Aceite en el aire comprimido
Ya sea en formato líquido, aerosol o como vapor de hidrocarburos el caso es que el aceite está presente en muchos compresores de aire. Sin embargo, los hay con más presencia de aceite o menos. La diferencia reside en el tipo de compresores: en los compresores lubricados, el aceite está implícito en el aire comprimido. En los compresores modernos de pistón y tornillo la cantidad de aceite es muy limitada. A pesar de que esté presente en muchos compresores, es uno de los elementos más nocivos para la calidad del aire como veremos a continuación.
Partículas sólidas
Pueden ser microorganismos, polvo, partículas sólidas o de óxido. Estos no suelen tener un tamaño mayor a 2 µ. Por lo que es muy fácil que pasen a través del filtro de entrada. Para garantizar la pureza del aire, este tipo de organismos deben mantenerse a raya. No solo por higiene, sino también por su capacidad de germinación. Al posarse en las paredes del filtro, pueden existir las mismas concentraciones en la entrada y la salida del filtro.
Diferentes aplicaciones finales
Como hemos podido comprobar, para obtener resultados óptimos y ganar eficiencia debemos seleccionar el filtro adecuado en función al a cada uso del aire comprimido. No son los mismos estándares para la conservación de alimentos húmedos que para la fabricación de un molde.
Las necesidades de la filtración en función a los requisitos de calidad del aire son:
Uso del aire comprimido que entra en contacto con alimentos secos:
Este entra en contacto directo con el alimento ya que se utiliza en varios procesos como el transporte o parte de la producción (enfriamiento y pulverización). Como se trata de alimentos que se van a ingerir; la calidad del aire debe ser mucho mayor por higiene y calidad del producto. Si el aire se contamina provocaría rechazos. Como consecuencia perdería producción y eficiencia.
Para el aire comprimido que entra en contacto con alimentos “no secos”
Este aire entra en contacto directo con el alimento. Este al estar húmedo, deberá tener una clasificación más permisiva en agua y más restrictiva en partículas sólidas y en aceite. Otro uso que se le puede dar al aire es en el proceso de fermentación (yogur, vino...). En este caso, el aceite es especialmente nocivo para la actividad bacteriana, por lo que el producto perderá su calidad.
Uso del aire comprimido para la automatización
Este aire se utiliza para controlar válvulas y actuadores de envasado. En este caso; la calidad del aire sirve para garantizar la eficiencia del proceso. Es por ello que dicha calidad reside, principalmente, en la eliminación del aceite y del agua. Por lo que el objetivo será que no haya partículas de aceite y minimizar la humedad; para evitar el desgaste y que los componentes se atasquen. Así logramos disminuir incidencias y alargar la vida útil de la maquinaria.
Para el aire comprimido como auxiliar del proceso
Este se puede utilizar para el transporte de los alimentos o bien la limpieza de las botellas o paquetes. En esta clasificación la calidad del aire dependerá en especial de las partículas de aceite que este posea. En el caso de que estas partículas estuvieran presentes; el producto no sería puro y los envases estarían contaminados; alterando el sabor y el olor del producto final.
En qué consiste la ISO
Otro aspecto que debemos de tener en cuenta es la actualización de las normas: estas van adaptándose a medida que pasa el tiempo para cumplir modelos más rigurosos. Por eso es imprescindible observar qué norma ISO cumplen los filtros y vigilar que esta sea la actual. Actualmente está en vigor la norma ISO 8573-1:2010, por lo que ediciones anteriores tendrían estándares menos precisos y, por tanto, menos calidad del aire.
La ISO 8573-1:2010 regula diferentes tipos de calidad del aire que se rigen por la siguiente tabla en función al tamaño y la abundancia de los contaminantes:
Grado de Pureza | Partículas Sólidas | Agua | Total de aceite (líquido, aerosol o vapor) | |||
Número de partículas por m³ | Punto de rocío a presión | Concentración | ||||
0,1 … 0,5µm de diámetro | 0,5 … 1µm de diámetro | 1 … 5µm de diámetro | °FC | °F | mg/m³ | |
0 | Según lo especificado por el usuario o proveedor del equipo y más estricto que la clase 1 | |||||
1 | ≤ 20.000 | ≤ 400 | ≤ 10 | ≤ - 70 | ≤ -94 | ≤ -0,01 |
2 | ≤ 400.000 | ≤ 6.000 | ≤ 100 | ≤ - 40 | ≤ -40 | ≤ 0,1 |
3 | - | ≤ 90.000 | ≤ 1.000 | ≤ - 20 | ≤ -4 | ≤ 1 |
4 | - | - | ≤ 10.000 | ≤ 3 | ≤ 37,4 | ≤ 5 |
5 | - | - | ≤ 100.000 | ≤ 7 | ≤ 44,6 | - |
6 | ≤ 5 mg/m³ | ≤ 10 | ≤ 50 | - |
Fuente: Atlas Copco
Esta norma se expresa, siguiendo la tabla, en el siguiente orden: Partículas sólidas, agua y aceite. De manera que si nuestro aire comprimido requiere de una calidad ISO 8573-1 [1: 2: 3] significa que por m3 de aire deben de haber menos de 20.000 partículas sólidas de entre 0.1 y 0.5 micras de diámetro, menos de 400 partículas sólidas de entre 0.5 y 1 micras y menos de 10 partículas sólidas de entre 1 y 5 micras. Por otro lado, el punto de rocío debe de ser inferior a -40ºC y debe de haber menos de 1 mg de aceite por m³.
Información extraída de la página web de Atlas Copco
Escoger el filtro óptimo para tu compresor de aire es imprescindible para lograr los niveles de calidad establecidos sin perder eficiencia. Para ello es importante estudiar qué necesidades tiene tu compresor de aire.
Desde TEAM Industrial estamos a tu disposición para ayudarte a escoger el filtro que más se adapte a tus estándares de calidad y que te ayude a alargar la vida útil de tu compresor de aire. Somos proveedores oficiales de Atlas Copco, empresa líder en aportar productividad sostenible, por lo que estaremos encantados de aconsejarte para escoger el mejor filtro que garantice eficiencia y calidad.