Conservar en perfecto estado y alargar el ciclo de vida del producto es determinante para generar confianza entre los consumidores.
El nitrógeno ¿Por qué?
Como os comentamos en el anterior post el nitrógeno es una sustancia inocua que no solo alarga la vida útil de los alimentos, sino que además los mantiene intactos de forma natural, sin añadir aditivos ni ingredientes extra. Esto se debe a que el nitrógeno es un elemento inerte, es decir no reacciona con otros elementos; por lo que se garantiza el sabor y la seguridad del alimento.
Además, en el caso de las bolsas de aperitivos, como por ejemplo papas, ayuda a que estas no se rompan en el proceso de transporte, para asegurar que el producto llega intacto.
Todo esto hace que la experiencia del cliente sea positiva, por lo que este genera confianza con nuestra marca y preferencia hacia ella.
Aunque implementar el envasado con Nitrógeno en el proceso de producción supone una inversión grande; implica una mejora en la duración del producto y la calidad del mismo.
El proceso de generación de nitrógeno
Hasta ahora, implementar el nitrógeno en el proceso productivo implicaba solicitar el elemento a una empresa que lo generase.
Este proceso es engorroso, ya que se debía hacer el pedido, esperar a traer las botellas o la cisterna, gestionar la descarga o la recogida de botellas, estar pendiente de cuándo vamos a necesitar la reposición y así sucesivamente. Además, hay una pequeña proporción del nitrógeno producido que no se puede usar. Esta se queda en las botellas por debajo de la presión requerida por nuestro sistema, lo que se traduce en pérdida de materia prima y, por tanto, ineficiencia.
Sin embargo, Team Industrial junto con Atlas Copco proponen un cambio en el mercado: La generación de nitrógeno in situ. Gracias a esta apuesta, se solucionan los problemas antes mencionados.
Beneficios 4,3,2,1
Implantar el nitrógeno como elemento conservador de los alimentos; aportará calidad y seguridad alimentaria a los procesos. Generar ese nitrógeno en la propia planta de producción aportará rapidez, eficiencia, sostenibilidad y ahorro en los costes.
1. Seguridad alimentaria y calidad
En el momento tan crítico que se está viviendo ahora, garantizar la seguridad alimentaria es crucial para ganar la confianza de los clientes. Un proceso en el que se manipule lo mínimo posible el producto aporta seguridad a la hora de consumirlo. De esta manera, los clientes reciben un producto con el que se sienten seguros y que mantiene el sabor que esperan de forma natural.
2. Ahorro y eficiencia
La generación de nitrógeno in situ supone un ahorro de costes y de tiempo. Esto es gracias a la autosuficiencia que implica la generación de nitrógeno.
En primer lugar se ahorra en el transporte del elemento, ya que no se deberán movilizar las botellas de criogenización ni el camión que las transporte.
Por otra parte, al producirse lo que se necesita, no se producirá ningún desaprovechamiento de la materia prima. Sino que se realizará el que se necesite. Así, el excedente que siempre queda en las botellas, no existirá.
3. Control de pureza
La generación de nitrógeno in situ garantiza la adaptación total del nitrógeno requerido. Esto significa que el nivel de pureza dependerá únicamente del uso del nitrógeno que se le quiera dar. De esta forma, ajustaremos el nivel de pureza del generador a lo necesario por la aplicación. Esto evita pagar de más por una pureza que no se ajusta a las necesidades.
4. Medioambiente
Evitar el transporte del elemento significa evitar emisiones de CO2 que producen los grandes camiones que transportan las botellas que contienen el nitrógeno.
Además, el nitrógeno está en el medio ambiente. Por lo que es un proceso de conservación natural, que no aporta ningún prejuicio para los consumidores y que mantiene todas las propiedades de los alimentos; conservando su sabor y textura.
Nitrógeno In situ: Cómo funciona
La maquinaria tiene un concepto todo-en uno para que sea fácil de gestionar y todos los elementos se encuentren en el mismo sitio. Consta de cuatro procesos:
Captación del aire
La maquinaria capta el aire comprimido filtrado de nuestra red de aire comprimido o bien instalamos un compresor dedicado con el nivel de tratamiento adecuado para introducirlo en el generador.
Procesamiento
Este aire se procesa en las cámaras de separación PSA o membranas del generador que separa las moléculas de nitrógeno del resto de moléculas de la mezcla gaseosa.
Tratamiento
Este nitrógeno se trata de manera automatizada para comprobar que se cumplen las condiciones de calidad a través de sensores que nos parametrizan, calidad, caudal y presión del nitrógeno generado. Estos valores podemos integrarlos fácilmente en el sistema de gestión del cliente de forma que pueda tener un control en continuo de su producción.
Almacenamiento
Una vez el nitrógeno cumple con los estándares de calidad establecidos, este pasa a las botellas que lo conservarán.
Nuestra propuesta
Desde Team Industrial junto con Atlas Copco queremos ayudar a las empresas a ganar eficiencia en sus procesos, para optimizarlos y lograr una mejora continua. Además, creemos que la calidad no debe de estar reñida con el ahorro de costes y la sostenibilidad.